Barrick y el gobierno de Mali alcanzan un acuerdo y cierran el mayor conflicto minero de la última década
- Diario Libre

- 25 nov
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Tras meses de tensión con el gobierno de Mali por restricciones, embargos y arrestos, Barrick alcanzó un acuerdo que pone fin al conflicto y le permite recuperar el control de la mina Loulo-Gounkoto.

Barrick confirmó la firma de un acuerdo que pone fin al conflicto más complejo que enfrentó durante sus casi 30 años de operaciones en África. La compañía minera y el Gobierno de la República de Mali alcanzaron un entendimiento que resuelve todas las disputas surgidas alrededor del complejo aurífero Loulo-Gounkoto, uno de los más importantes del país africano.
Con el acuerdo, el Estado retirará todos los cargos que mantenía contra Barrick, sus filiales y sus empleados, incluidos los procesos judiciales que derivaron en la detención de cuatro trabajadores. También quedará sin efecto la orden de arresto que pesaba sobre el ex director ejecutivo Mark Bristow. A partir del entendimiento, se iniciarán los trámites legales para la liberación del personal detenido.
Según informó la minera, el arreglo implica un pago de 430 millones de dólares para cerrar las diferencias con el gobierno de Mali. A cambio, el Estado pondrá fin a la administración provisional que había impuesto sobre la mina y devolverá a Barrick el control operativo total del complejo. De esta manera, la producción de oro podrá retomar su funcionamiento regular.
La disputa había escalado a niveles inéditos desde fines de 2024, cuando el gobierno liderado por la junta militar decidió aplicar nuevas regulaciones para incrementar sus beneficios del sector minero en un contexto de alto precio del oro. Barrick sostuvo que estas medidas violaban los acuerdos vigentes y rompían una relación construida durante casi tres décadas, en la que el Estado —propietario del 20% del complejo— ya había recibido la mayor parte de los beneficios económicos generados.
La tensión alcanzó su punto máximo en enero de 2025, cuando Mali bloqueó las exportaciones de oro, impuso un embargo sobre el metal ya producido e incluso retuvo existencias dentro de la mina. La empresa advirtió que, de continuar estas restricciones, se vería obligada a suspender sus operaciones, lo que afectaría a más de 8.000 empleados y proveedores locales.
El conflicto se agravó aún más con las detenciones de trabajadores y las acusaciones que, según la compañía, carecían de fundamentos claros. Con el acuerdo firmado, ambas partes buscan restablecer la estabilidad operativa y redefinir los términos de la asociación para garantizar la continuidad de una explotación que es clave tanto para Barrick como para la economía de Mali.
Barrick destacó que este nuevo entendimiento abre una instancia de diálogo para fortalecer la relación con el país africano y avanzar en mecanismos que permitan una mayor participación estatal bajo marcos legales previamente establecidos.
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