En colectivo de transporte Interno fue como regresaron a Capital pasajeros de la empresa Valle Del Sol
- Diario Libre

- 13 ene
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Decenas de personas viajaron en condiciones precarias y sin medidas de seguridad adecuadas en un colectivo urbano usado como refuerzo. La empresa Valle del Sol aún no ha dado explicaciones y los organismos de control tampoco respondieron a las denuncias. La falta de una terminal de ómnibus en Rodeo y otros distritos sigue siendo una deuda pendiente que agrava estas situaciones.

El pasado domingo a las 14:30, cientos de pasajeros que regresaban desde Iglesia a la ciudad de San Juan tras su fin de semana, vivieron una situación lamentable al abordar un colectivo de la empresa Valle del Sol. Para sorpresa de muchos, se dispuso un colectivo urbano junto a uno de larga distancia, ambos pertenecientes a la Red Tulum, como solución improvisada ante la falta de unidades adecuadas para cubrir la demanda.

Según relataron los propios pasajeros, el supuesto "plan" consistía en que ambos colectivos se detuvieran en paradas alternas. Sin embargo, al llegar a la calle Enrique Paoli, el colectivo de transporte urbano ya se encontraba colmado de pasajeros. Quienes habían pagado el valor real del pasaje, incluyendo turistas y familias, se vieron obligados a viajar en este refuerzo sin las condiciones adecuadas para un recorrido extenso desde Rodeo hasta la ciudad capital de San Juan, tratandose de una distancia de 220 km.
El descontento y la indignación aumentaron al evidenciarse la falta de seguridad en el viaje. Una joven, al encontrar todos los asientos ocupados, se vio obligada a sentarse en los escalones de descenso del colectivo, mientras el chofer continuaba subiendo más personas a pesar del evidente riesgo. Adultos mayores, niños y madres con bebés también formaban parte del grupo de pasajeros, quienes viajaron en condiciones de hacinamiento y vulnerabilidad.

"¿Te imaginas una frenada? ¿A dónde íbamos a ir a parar en estos asientos?", reclamó un pasajero molesto y avergonzado por la situación. La falta de medidas básicas de seguridad y comodidad no solo expuso a los pasajeros a un viaje incómodo, sino también a un evidente riesgo de accidente.
El chofer, visiblemente incómodo, explicó que los colectivos refuerzos "se habían roto", sin que hasta el momento la empresa Valle del Sol haya emitido un comunicado oficial al respecto. Una vez más, la responsabilidad de dar explicaciones recayó injustamente en los trabajadores al volante, mientras los responsables directos evaden cualquier tipo de rendición de cuentas.

Sin embargo, esta situación es solo la punta del iceberg de un problema mayor: la falta de una terminal de ómnibus en Rodeo y otros distritos iglesianos. La ausencia de un espacio formal para la compra de pasajes, el control del servicio y la espera de los pasajeros, agrava este tipo de incidentes. "¿Cómo puede ser que un pasaje lo tengamos que sacar en casas particulares, apelando a que el vendedor esté o no en su domicilio? Es una vergüenza, y nos llamamos departamento turístico", expresó otro pasajero visiblemente molesto.
Para agravar la situación, algunos pasajeros intentaron denunciar lo ocurrido ante la Dirección de Tránsito y Transporte de la provincia. Sin embargo, la respuesta fue que solo se reciben denuncias de lunes a viernes, dejando a los afectados sin ningún tipo de respaldo inmediato.
El incidente expone no solo la deficiencia del servicio de transporte público, sino la falta de planificación y control estatal ante contingencias predecibles en épocas de alta demanda. La comunidad iglesiana aún espera explicaciones y, sobre todo, soluciones concretas para que situaciones de este tipo no se repitan.
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