José Luis Cerpa, “Cerpin”, el nene del eterno género musical

El pueblo de Iglesia llora la partida de un joven que hizo de la vida un escenario de música, risas y amistad. Su luz, hecha de arte y bondad, quedará encendida para siempre en la memoria colectiva.

24 de Agosto 2025

Hay partidas que duelen en lo más hondo, silencios que se vuelven insoportables, ausencias que rompen la voz. Hoy la comunidad de Iglesia llora a José Luis Cerpa, el querido “Cerpin”, un joven que vivió con el corazón desbordado de bondad y alegría, y que supo iluminar cada rincón de su vida con la pureza de un artista nato.

Era un muchacho que no se guardó nada. Entregó siempre lo mejor de sí, en cada canción, en cada baile, en cada sonrisa que regalaba sin pedir nada a cambio. Cantaba con el alma, bailaba con el fuego del folclore, tocaba la guitarra como quien abraza, se perdía en la creación de música electrónica, encontraba belleza en la fotografía, conducía caminos como quien busca libertad y disfrutaba cada salida con amigos como si fuera la última. Vivió intensamente, sin dejar que sus pasiones quedaran guardadas en silencio las hizo florecer y las compartió con todos.

Cerpin no fue solo un joven con sueños; fue un artista en el más profundo sentido de la palabra. El arte lo habitaba. Nació con un don que pocos tienen, el de conmover, el de transformar un instante simple en un recuerdo eterno. Su carisma amoroso, su capacidad de dar alegría, su manera única de expresar lo que sentía lo convirtieron en alguien inolvidable. No necesitó escuelas ni escenarios majestuosos para demostrar su talento, él traía el arte en la sangre, en la mirada, en ese carisma natural que lo hacía único. “El artista se forma en el andar”, dicen, pero Cerpa nació con el don de emocionar, de transmitir, de acariciar el alma de quienes lo escuchaban y lo veían brillar.

Hoy el dolor es inmenso, porque su ausencia se siente como un golpe en el pecho. La comunidad lo llora, sus amigos lo extrañan, y el pueblo entero sabe que se ha ido un ángel demasiado pronto. Pero también saben que en cada guitarra que suene, en cada zamba que se baile, en cada sonrisa compartida en su nombre, Cerpin estará presente. Se fue al cielo, pero dejó aquí un legado de amor y de arte que nunca morirá.

Adiós, querido amigo, Baila y canta junto al Todo Poderoso, que aquí en la tierra ya cumpliste tu misión, hacernos felices. Nos queda tu recuerdo, tu voz, tus risas y el eco eterno de tu bondad. Y aunque la tristeza nos abrace, sabemos que tu luz será eterna, porque hay seres que nunca se van del todo. Vos sos uno de ellos.

Te queremos para Siempre, tus amigos de Diario Libre.