Los senadores recibirán un aumento y pasarán a cobrar $9,5 millones brutos por mes

El nuevo esquema de módulos aprobado en abril beneficia exclusivamente a los senadores, cuyos haberes están vinculados a los salarios del personal del Congreso. Los diputados no tendrán el mismo ajuste.

3 de junio de 2025

Los senadores argentinos comenzarán a percibir un aumento en sus dietas a partir del próximo mes, alcanzando un monto bruto mensual de $9,5 millones. Este incremento surge tras la reciente paritaria firmada por los presidentes de Diputados y Senado, Martín Menem y Victoria Villarruel, respectivamente, en representación de todos los trabajadores del Congreso.

El aumento solo afecta a los senadores, ya que sus haberes están atados a los salarios de los empleados parlamentarios, a diferencia de los diputados que no recibirán ajuste alguno. El acuerdo incluye una actualización retroactiva del 1,3% correspondiente a marzo, que se aplicará también para abril y mayo.

Desde abril de 2024 rige un nuevo sistema para calcular las dietas de los legisladores, basado en la suma de módulos: 2.500 módulos básicos, más 1.000 módulos adicionales por representación y 500 por desarraigo. Con el valor actualizado de cada módulo en $2.376, el total bruto asciende a más de $9,5 millones mensuales.

La mayoría de los senadores percibe el plus por desarraigo, aunque cuatro están exceptuados. Asimismo, en abril de 2024 se incorporó una dieta adicional para compensar el aguinaldo, excepto la senadora Alicia Kirchner, quien prefirió conservar su jubilación al ingresar al Senado.

El aumento generó controversia desde su aprobación en 2024, en un contexto de creciente presión social por los altos salarios de funcionarios públicos y la delicada situación económica del país. El acuerdo se estableció con rapidez y en un clima de discreción, consensuado entre oficialismo y oposición sin una amplia discusión pública.

El tema volvió a tomar relevancia cuando, al cierre de 2024, los senadores decidieron congelar sus haberes hasta finales de ese año, una medida que generó cuestionamientos sobre la transparencia en la administración parlamentaria. La presidenta del Senado, Victoria Villarruel, respaldó la extensión de dicho congelamiento hasta marzo de 2025 y aclaró que futuras decisiones sobre las dietas dependerán de negociaciones internas en los bloques legislativos.

Este ajuste salarial para senadores se inscribe en un escenario de debate sobre la justicia y sustentabilidad del sistema de remuneraciones en el ámbito público.