Lundin y otro de sus proyectos de cobre bajo el tratado binacional: qué pasa en Lunahuasi

El Informe Técnico de NGEx Minerals confirma que el yacimiento sanjuanino se encuentra alcanzado por el Protocolo de Prospección Minera Vicuña, dentro del Tratado de Integración y Complementación Minera entre Argentina y Chile.

25/08/2025

NGEx Minerals, empresa del Grupo Lundin, presentó el Informe Técnico del proyecto Lunahuasi en San Juan, donde se confirma que el yacimiento cuprífero está sujeto a un protocolo específico contemplado en el Tratado de Integración y Complementación Minera, suscripto entre Argentina y Chile.

La información adquiere relevancia en el marco de las tensiones que atraviesa el Distrito Vicuña por los conflictos con proveedores y trabajadores locales, situación que podría replicarse en Lunahuasi, otro de los proyectos de cobre más prometedores de la provincia.

El documento detalla que Lunahuasi se encuentra a unos 360 kilómetros al noroeste de la ciudad de San Juan y que está conformado por una única concesión, Nacimiento 1, propiedad de Pampa Exploración S.A., filial argentina de NGEx.

Un proyecto alcanzado por protocolos binacionales

El informe señala que el emprendimiento forma parte del “Proyecto de Prospección Minera Vicuña”, aprobado en 2006 bajo el Tratado binacional. Este protocolo fue el primero en otorgarse con fines de exploración y permite el libre cruce de frontera de personas y equipos para llevar adelante actividades en un área definida como “operativa”.

En 2012, el acuerdo fue modificado para ampliar dicha área y habilitar una nueva zona de cruce fronterizo. Desde entonces, el proyecto cuenta con un marco normativo que facilita tanto las tareas de prospección como de exploración.

Infraestructura compartida

Al encontrarse en etapa inicial, Lunahuasi no dispone de instalaciones propias. Por ello, el personal se aloja en el campamento Batidero, a 20 kilómetros del yacimiento y a 4.000 metros sobre el nivel del mar. Este espacio, propiedad de Vicuña Corp., también es utilizado por los proyectos Josemaría y Filo del Sol.

El abastecimiento principal se organiza desde la ciudad de San Juan, aunque el informe menciona que Copiapó, en Chile, también puede ser utilizado como centro logístico alternativo.