Otro robo en Rodeo a plena vista y crece la indignación

Vecinos denuncian falta de seguridad en el pueblo tras un nuevo hecho delictivo

La inseguridad vuelve a golpear a Rodeo, esta vez a pocos metros del Concejo Deliberante, en plena Avenida Santo Domingo. En la mañana de este miércoles, la propietaria de la Biblioteca, Deolinda Olmos, se encontró con una escena desoladora, el candado de su local violentado y los pasadores de la puerta destrozados. Al ingresar, confirmó el robo de alrededor de 20 mochilas, una notebook, una impresora, un cochecito de bebé y dinero en efectivo.

Ante la situación, Olmos radicó la denuncia en la Comisaría 22 de Rodeo, pero el hecho ha encendido el malestar entre los vecinos, quienes cuestionan la ausencia policial en horarios clave. "Siempre lo mismo ahora en el pueblo. Nosotros estamos en la parrillada hasta las 3, y la policía va y viene, pero después, cuando no hay movimiento, no se la ve más. Imaginate si esto pasa en el centro de Rodeo, qué queda para los alrededores", expresó un familiar de la damnificada.

Este episodio no es un caso aislado. En los últimos meses, los robos y hechos delictivos han ido en aumento en Rodeo, generando una creciente sensación de inseguridad entre los vecinos. Comerciantes, familias y trabajadores sienten que cada vez están más expuestos, mientras que las respuestas de las autoridades son mínimas. La falta de patrullaje nocturno, la escasa presencia policial y la falta de avances en investigaciones anteriores refuerzan la percepción de desprotección.

La pregunta que muchos se hacen es ¿qué está fallando en el sistema de seguridad del pueblo? Rodeo, históricamente un lugar tranquilo, hoy ve cómo su calidad de vida se ve amenazada por la delincuencia. El problema no solo radica en la falta de recursos policiales, sino también en la inacción de quienes deben garantizar la seguridad. La comunidad denuncia que, pese a las reiteradas advertencias, no hay medidas concretas para frenar esta ola delictiva.

El caso de la Biblioteca no es solo un robo más, sino una señal alarmante de lo que está ocurriendo en el pueblo. Si los delincuentes se atreven a actuar en pleno centro, a metros de instituciones públicas, ¿qué queda para los barrios más alejados? La comunidad exige respuestas urgentes, mayor presencia policial, controles más estrictos y un compromiso real por parte de las autoridades. La impunidad no puede convertirse en la nueva normalidad de Rodeo.