Piden 3 años y 6 meses de prisión para una obstetra acusada de negligencia en la muerte de un recién nacido

La fiscalía solicitó una pena de prisión efectiva e inhabilitación profesional para la médica Daniela Saldívar, señalada por fallas en la atención del parto ocurrido en el Hospital Rawson.

La causa por la muerte de Lorenzo Narváez Barrionuevo llegó este martes a un tramo decisivo en los Tribunales de San Juan. Tras varias jornadas de declaración de testigos y exposición de pruebas, el fiscal de la UFI Delitos Especiales, Francisco Micheltorena, presentó su alegato final y pidió una condena de 3 años y 6 meses de prisión efectiva, además de 10 años de inhabilitación profesional, para la obstetra Daniela Saldívar, acusada de negligencia en un parto ocurrido en julio de 2021 en el Hospital Rawson.

El fiscal también requirió que, al conocerse el veredicto previsto para este miércoles, la médica sea detenida de manera preventiva. Micheltorena solicitó además que se investigue por presunto falso testimonio a dos profesionales de la salud que habrían brindado declaraciones contradictorias con el objetivo de beneficiar a la acusada.

Según el Ministerio Público, la obstetra no intervino ante signos claros de un parto detenido. La inducción había comenzado hacía 17 horas y la madre presentaba un cansancio extremo, mientras que la dilatación mostraba un avance mínimo. Además, el bebé permaneció más de cinco horas sin descender, un lapso que, de acuerdo con los parámetros médicos, obligaba a adoptar medidas de urgencia. Para la fiscalía, esta falta de acción derivó en una asfixia prolongada que causó la muerte del recién nacido.

Los peritos oficiales coincidieron en que una cesárea de urgencia habría evitado el desenlace. También advirtieron que no se cumplió con el monitoreo fetal continuo y que los registros de frecuencia cardíaca consignados por la obstetra no coincidían con el estado real del bebé.

Por su parte, la defensa de Saldívar, representada por el abogado Joaquín Moine, rechazó la acusación y sostuvo que la evolución del parto se mantuvo dentro de parámetros clínicos aceptables. También cuestionó los dictámenes de los peritos oficiales y apoyó su postura con testimonios que ahora quedaron bajo sospecha de falso testimonio.

Durante el proceso declararon treinta testigos, entre ellos personal médico y familiares. Una de las enfermeras calificó la situación como un “parto de terror”, mientras que la abuela del bebé relató episodios de maltrato hacia su hija durante la atención.

Con los alegatos finalizados, el juez Caballero dará a conocer su decisión este miércoles.