Por un voto, el Senado frenó la Ley de Ficha Limpia y estalló la polémica

En una jornada cargada de tensión política, el Senado de la Nación rechazó por un solo voto el proyecto de Ley de Ficha Limpia, una iniciativa que buscaba impedir que personas condenadas por corrupción en segunda instancia pudieran ser candidatas o ejercer cargos públicos.

El proyecto cosechó 36 votos afirmativos y 35 en contra, quedando a apenas un voto de los 37 necesarios para su aprobación. La sorpresa llegó con el giro de los senadores misioneros Carlos Arce y Sonia Rojas Decut, del Frente Renovador, quienes a último momento se desmarcaron del apoyo previo y no intervinieron en el debate, alimentando las especulaciones sobre posibles presiones del Ejecutivo.

Durante el extenso debate de casi siete horas, se escucharon más de 30 voces. Mientras el kirchnerismo denunció una supuesta maniobra para “proscribir” a Cristina Kirchner —condenada en segunda instancia por la causa Vialidad—, desde el oficialismo y otros bloques opositores defendieron el proyecto como un paso clave hacia la ética pública.

La senadora Alejandra Vigo (Córdoba), una de las impulsoras del texto, fue contundente: “Queremos dejar claro que la política no puede ser un refugio para buscar fueros ni impunidad”.

El proyecto, ya aprobado en Diputados, proponía reformar la Ley Orgánica de los Partidos Políticos y el Código Electoral para excluir de cargos públicos a personas condenadas por delitos como cohecho, malversación de fondos, tráfico de influencias y otros hechos de corrupción. La inhabilitación duraría lo mismo que la pena impuesta.

Aunque la vicepresidenta Victoria Villarruel habilitó el tratamiento luego de dos postergaciones, el desenlace dejó expuesta la fragilidad de los consensos en la Cámara alta y abrió un nuevo capítulo de tensión entre el Gobierno, sus aliados y la oposición dura. El revés también generó ruido interno en el oficialismo, a pesar del respaldo público de Javier Milei a la iniciativa.