Qué une al Paso de Agua Negra con un empresario iglesiano y un litigio de 8 años
- Diario Libre

- 26 nov 2024
- 2 Min. de lectura
Un empresario iglesiano deberá cambiar el nombre de su empresa y restaurante tras fallo del INPI

Un proveedor de servicios mineros del departamento de Iglesia, que había utilizado el nombre del Paso de Agua Negra tanto para su empresa como para su restaurante, deberá rebautizar ambos negocios. La decisión surge tras un extenso litigio de ocho años, en el que el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI) dictaminó que solo el Estado Provincial de San Juan puede utilizar este nombre, en alusión al paso fronterizo que conecta la provincia con La Serena, en Chile.

El conflicto por el uso de la marca
El abogado Marcelo Torres, experto en marcas y representante del gobierno de San Juan, explicó que desde 2003 su estudio está encargado de proteger la denominación Paso de Agua Negra. Este nombre, reservado para el único paso cordillerano habilitado para tránsito vehicular en la provincia, había sido utilizado en 2016 por un empresario iglesiano (cuya identidad se mantiene en reserva) para su restaurante y una empresa minera dedicada a servicios de escolta con camionetas.

El empresario intentó registrar la marca sin éxito, primero en el estudio de Torres y luego en otro despacho legal, lo que dio inicio a un prolongado litigio ante el INPI. Según Torres, la situación era delicada: “Si esas camionetas sufrían un accidente, el Estado sanjuanino, como propietario de la marca, podría haber sido considerado responsable”.
Finalmente, el mes pasado, el INPI notificó al gobierno provincial como vencedor en la disputa. Ahora, con el empresario privado formalmente informado, el fallo puede hacerse público.

Quién es el empresario
Aunque su identidad no fue revelada, se sabe que el empresario también es empleado público y que mantuvo una relación cercana con Margarita Ferrá de Bartol, diputada nacional fallecida en 2013. Durante el litigio, argumentó que había recibido autorización del exgobernador José Luis Gioja para usar la marca, pero no presentó documentación que lo respaldara. La Ley Nacional de Marcas permite al titular de una marca autorizar su uso por terceros, pero esto no ocurrió en este caso.

Antecedentes similares en San Juan
Este no es el primer conflicto relacionado con el uso de nombres emblemáticos en San Juan. En 2018, un caso similar ocurrió en Iglesia, cuando Alberto Graffigna, dueño de la empresa Ansilta, intentó registrar Tudcum, el nombre de un pueblo iglesiano, como marca comercial en 45 rubros. Al igual que en esta oportunidad, Torres representó al gobierno provincial, citando la Ley 22.362, que regula los derechos de registro de marcas y establece los procedimientos para resolver oposiciones.
El fallo del INPI reafirma la importancia de proteger los nombres que forman parte del patrimonio cultural y geográfico de una región.
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