Vale y Glencore estudian proyecto conjunto de cobre en Canadá por hasta U$D 2.000 millones

Las compañías buscan aumentar su exposición al cobre, con una producción proyectada de 880.000 toneladas durante 21 años, en un contexto de creciente demanda global por el metal rojo.

Vale SA y Glencore Plc, operadora del proyecto Pachón en San Juan, están analizando el desarrollo conjunto de un proyecto de cobre en Canadá. El objetivo de ambas empresas es incrementar su exposición al cobre, cuya demanda está impulsada por la electrificación global, la construcción de centros de datos y la expansión de tecnologías vinculadas a la inteligencia artificial.

Según informó Vale, la inversión estimada para este proyecto en la cuenca de Sudbury oscila entre U$D 1.600 millones y U$D 2.000 millones. Se proyecta una producción de 880.000 toneladas métricas de cobre a lo largo de 21 años, junto con la extracción de níquel, cobalto, oro y otros minerales estratégicos.

Cooperación estratégica en la industria minera

La colaboración propuesta representa un ejemplo reciente de la tendencia a

asociarse en la industria minera para contener costos y aumentar la eficiencia, frente al agotamiento de minerales de alta ley y el incremento de los costos de desarrollo de nuevos proyectos.

El plan contempla combinar operaciones subterráneas, incluyendo la profundización de un pozo existente en la mina Nickel Rim South de Glencore y la creación de nuevas galerías para acceder a los depósitos de cobre. La intención es formalizar una Joint Venture con participación igualitaria entre Vale y Glencore.

Se espera que durante el próximo año se lleven a cabo los trabajos de ingeniería detallada, obtención de permisos y consulta con las partes interesadas, con una decisión final de inversión prevista para la primera mitad de 2027.

Impacto estratégico para ambas compañías

• Glencore: La alianza podría mitigar la preocupación de los inversores, ante la caída proyectada de su producción de cobre por cuarto año consecutivo.

• Vale: El proyecto se alinea con su plan de duplicar la capacidad de producción de su unidad de metales básicos a cerca de 700.000 toneladas anuales para 2035.

Expertos del sector destacan que iniciativas de este tipo permiten compartir riesgos y optimizar recursos, posicionando a ambas compañías para aprovechar la creciente demanda mundial de cobre, un metal clave para la transición energética y el desarrollo tecnológico.