Chiqui Transporte, el motor que llevó el talento iglesiano a brillar en San Juan

La empresa nacida en la tierra de Tudcum vivió un fin de semana histórico, trasladando a más de 150 personas, entre ellos 95 bailarines de academias folclóricas que representaron al Departamento Iglesia en la Fiesta Nacional del Sol y en el encuentro del IDAF. Un desafío colosal que se convirtió en emoción, orgullo y servicio para toda una comunidad.

Chiqui Transporte no es solo una empresa, es el transporte de los iglesianos, la rueda que conecta sueños con destinos, la herramienta que cada familia, academia y artista ha visto crecer junto a la comunidad. Este fin de semana, la firma nacida en la tierra de Tudcum protagonizó una de sus jornadas más intensas y, al mismo tiempo, más emocionantes.

“Arranqué el domingo en la madrugada y terminé el lunes a las cinco o seis de la mañana”, contó su propietario todavía con el cansancio en la voz, pero con el corazón lleno. Porque no cualquier día se movilizan tantas personas, no cualquier día se trasladan 95 bailarines, solo de las academias, desde Rodeo y de distintos puntos del departamento Iglesia hacia la ciudad capital de San Juan, ida y vuelta, para dos eventos que dejaron huella, la Fiesta Nacional del Sol, donde transportó a los bailarines seleccionados de iglesia y el multitudinario encuentro del Instituto de Arte Folclórica, realizado en la Sala del Sol de Luna Morena. Allí, con Chiqui, viajaron las Academias, Alma Angualastina, Tudcum Tierra de Tradición y Sentimientos de Danzas.

“Fue un buen desafío. No tengo problema en hacer esto. Fue un día muy lindo para mí”, expresó. Y la frase no hace más que representar la esencia de Chiqui Transporte, la voluntad de estar, de acompañar, de mover ilusiones cuando la comunidad lo necesita.

A la exigencia del domingo se sumaron traslados para mujeres emprendedoras, artesanos, agrupaciones y personalidades de la cultura local. “Trabajamos también con Vicuña, con Mujeres en Red y con más gente que nos había contratado”, explicó, dejando en claro que el servicio fue mucho más amplio que el traslado de academias. Fue un movimiento comunitario.

En cada viaje hubo una historia; en cada asiento, un sueño. Los niños que viajaban por primera vez a un gran escenario, las familias orgullosas, los profesores con la emoción contenida, los músicos ajustando sus instrumentos durante el camino. Y al frente, Chiqui Transporte, con sus choferes atentos, comprometidos y dispuestos a sostener la enorme responsabilidad de llevar talento, esfuerzo y esperanza.

Hoy, la empresa crece, se desarrolla, se consolida, pero sobre todo, acompaña. Porque Chiqui Transporte no solo mueve personas, mueve cultura, mueve identidad, mueve el deseo compartido de ver al Departamento Iglesia brillar en toda la provincia y más allá.

Este fin de semana, mientras los bailarines dejaban el alma en cada escenario, Chiqui Transporte también danzó a su manera, al ritmo del servicio, de la entrega, del compromiso con su gente, y, en ese ir y venir de combis, emociones y kilómetros, quedó grabado un mensaje que late fuerte en el corazón iglesiano.

Cuando la comunidad quiere avanzar, siempre habrá un volante valiente dispuesto a llevarla y ahi siempre esta el Chiqui.