Claudia Castillo emocionó con una obra que habla de sanar y renacer

La joven iglesiana participó de la muestra pictórica realizada en el Centro Cultural Conte Grand, en el marco de una jornada organizada por la Dirección de Género. Su trabajo, profundamente personal, se convirtió en una de las expresiones más sensibles del encuentro.

En el Centro Cultural Conte Grand se vivió una jornada dedicada a la formación, el intercambio institucional y la expresión artística, organizada por la Dirección de Género. Y entre todas las voces y miradas que se reunieron, una destacó por su sensibilidad y fuerza simbólica: la de Claudia Castillo, la joven que representó al departamento Iglesia en este espacio.

Claudia, integrante del área de Mujer de Iglesia, llegó al encuentro acompañando una obra profundamente personal. Su pintura muestra a una mujer con heridas, cosiéndose unas alas, una imagen que habla del dolor, pero también de la fortaleza que surge después de atravesar situaciones difíciles. “Para mí fue algo muy lindo, una experiencia única. Me gusta mucho el arte y sentí que podía expresar algo personal”, contó emocionada.

La joven explicó que su trabajo busca transmitir un mensaje de sanación y crecimiento. “Quise mostrar que, a pesar de todo lo que pasás o te marca, podés seguir adelante. Podés crecer de nuevo. Las alas representan eso: la posibilidad de levantarte, de reconstruirte”, expresó. Su obra llamó la atención por la sensibilidad de los trazos y la historia que encierra, convirtiéndose en una de las piezas más emotivas de la muestra.

Además del impacto artístico, Claudia destacó el vínculo humano que se generó entre las participantes. “Fue muy lindo escuchar los testimonios de las otras chicas, ver sus dibujos, compartir experiencias. Estoy muy agradecida por haber vivido esto”, afirmó.

El encuentro, que también incluyó la presentación del libro “Trabajo de Mujeres con Perspectiva de Género” de la Dra. Ana Josefina Gómez Rodrigo, cerró con la fuerza expresiva de las 22 artistas sanjuaninas que dieron vida a la muestra. Pero la obra de Claudia Castillo dejó una huella especial, un recordatorio de que cada mujer, con sus heridas y su historia, puede volver a coserse las alas y renacer.