Desarrollaron un biofertilizante que reutiliza residuos mineros y guano caprino para fortalecer al agro sanjuanino
- Diario Libre

- hace 3 días
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El proyecto Biota propone una solución basada en economía circular que aprovecha desechos orgánicos de campamentos mineros y la producción caprina de departamentos cordilleranos, logrando un fertilizante eficiente en tiempos reducidos y con beneficios ambientales y productivos.

Un innovador desarrollo tecnológico aplicado al sector agropecuario comenzó a consolidarse en la provincia de San Juan a partir de la reutilización de residuos orgánicos generados por la actividad minera y la producción caprina. Se trata de Biota, un biofertilizante órgano-mineral creado por el ingeniero Mathías Páez, que permite transformar restos de alimentos de campamentos mineros y guano de cabra en un insumo de alta calidad para el agro, promoviendo la economía circular en departamentos mineros como Iglesia, Calingasta y Jáchal.
El proyecto surgió en el ámbito académico, como parte de un trabajo de investigación en la Facultad de Ingeniería, y posteriormente fue seleccionado dentro del programa Ingeniería Verde, que brinda financiamiento y acompañamiento técnico a iniciativas consideradas estratégicas para la provincia. A partir de ese impulso, el desarrollo avanzó con ensayos de laboratorio, análisis microbiológicos y pruebas a campo, en articulación con el Departamento de Agronomía y con la Secretaría de Ambiente de San Juan.
La experiencia piloto demostró resultados destacados: mediante un proceso de fermentación acelerada tipo Bocashi, Biota logró producir un fertilizante estable y apto para uso agrícola en apenas dos semanas, cuando los métodos tradicionales de compostaje pueden demandar hasta seis meses. Las pruebas se realizaron utilizando restos de materia orgánica provenientes de la Feria de Chacareros Temporarios del departamento Rawson, combinados con guano caprino y activadores biológicos.

Según explicó su creador, este sistema no solo optimiza tiempos, sino que también representa un importante ahorro económico para los productores, ya que reduce significativamente los costos asociados a la disposición final de los residuos orgánicos, estimados en varios millones de pesos. Además, el proceso alcanza rápidamente temperaturas cercanas a los 65 grados, lo que permite eliminar patógenos y estabilizar el material en forma segura.
Desde el punto de vista ambiental, el proyecto presenta beneficios adicionales. El compostaje rápido reduce la emisión de gases de efecto invernadero y, de acuerdo con las estimaciones realizadas durante la prueba piloto, permitió evitar la liberación de cerca de una tonelada de dióxido de carbono equivalente a la atmósfera. A esto se suma la incorporación de sales minerales que potencian la recuperación de suelos degradados, logrando un producto con aproximadamente un 37% de materia orgánica y adaptable a distintos tipos de cultivos y condiciones productivas.
Con los resultados positivos ya certificados por instituciones técnicas, el objetivo de Biota es escalar el sistema y aplicarlo directamente en los departamentos mineros de San Juan. La propuesta contempla realizar el proceso cerca de los campamentos mineros, donde se generan grandes volúmenes de residuos de catering, y en zonas donde la cría caprina es una actividad habitual, garantizando así la disponibilidad de los insumos necesarios.
El destino principal del biofertilizante sería abastecer a productores y cooperativas agrícolas de las propias comunidades mineras, fortaleciendo la producción local de alimentos. De este modo, el proyecto apunta a consolidar un circuito virtuoso en el que el agro provea alimentos a la minería, reutilizando sus residuos y generando valor económico, social y ambiental en el territorio.
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