El Club Hípico de Las Flores renace gracias al esfuerzo vecinal y al apoyo solidario de la empresa iglesiana FERNALEXIS

Después de años de abandono, un grupo de jóvenes de Las Flores decidió recuperar el histórico Club Hípico del lugar. Con trabajo voluntario, entusiasmo y el acompañamiento de la empresa local FERNALEXIS, el sueño de volver a ver carreras en el predio comienza a hacerse realidad y se convierte en un símbolo de unión comunitaria.

Durante mucho tiempo, el Club Hípico de Las Flores permaneció en silencio. Las carreras, las risas y los encuentros familiares que solían llenar de vida ese espacio quedaron atrás cuando, por diferentes motivos, el lugar cerró sus puertas. El paso del tiempo y la falta de mantenimiento hicieron lo suyo: las instalaciones se deterioraron, los elementos desaparecieron y el predio quedó prácticamente abandonado. Sin embargo, en los últimos meses comenzó a escribirse una nueva historia, impulsada por el compromiso y el amor de los propios vecinos.

Un grupo de jóvenes de la comunidad, encabezado por Silvio Esquivel, decidió tomar las riendas y devolverle al pueblo un espacio que forma parte de su identidad. Sin recursos económicos ni ayuda institucional, comenzaron a trabajar por cuenta propia, motivados únicamente por la pasión y el deseo de recuperar ese rincón tan querido. “El club estaba abandonado, sin nada. Nos juntamos un grupo de chicos que queremos volver a ver las carreras y revivir el lugar.

Empezamos a trabajar nosotros mismos, sin cobrar un peso, porque queremos que el Club Hípico vuelva a ser un espacio para todos”, contó Esquivel, visiblemente emocionado por los avances logrados en tan poco tiempo.

El trabajo no ha sido fácil. Las tareas de limpieza, reparación de estructuras y reacondicionamiento de los espacios se han hecho completamente a pulmón, con materiales donados y la colaboración espontánea de vecinos que se suman cada día. A pesar de las dificultades, el grupo ha logrado grandes progresos y, sobre todo, ha conseguido algo aún más valioso: despertar el sentido de pertenencia y orgullo entre los habitantes de Las Flores.

En este contexto de esfuerzo colectivo, la participación de la empresa iglesiana FERNALEXIS marcó un punto de inflexión. Al conocer la iniciativa de los jóvenes, la firma decidió aportar su granito de arena para acompañar el proceso de recuperación del club. Tras recibir un pedido de colaboración, FERNALEXIS realizó una importante donación de materiales eléctricos, indispensables para restablecer la energía en el predio y avanzar con las obras de la cantina, uno de los sectores más importantes para el funcionamiento del lugar.

“Nos pasaron un listado con los materiales más urgentes para hacer la instalación eléctrica, sobre todo en el área donde funcionará la cantina. Desde FERNALEXIS no dudamos en colaborar y llevarles lo que necesitaban. Fue un momento muy lindo: los chicos estaban felices, muy agradecidos, y nosotros también sentimos la satisfacción de poder ayudarlos”, expresaron desde la empresa.

La colaboración permitió no solo mejorar las condiciones del club, sino también fortalecer el espíritu comunitario que sostiene el proyecto. La emoción de los jóvenes al recibir la donación fue palpable: muchos de ellos reconocieron que ese gesto les devolvió la esperanza y la motivación para continuar trabajando en el sueño de reabrir el hipódromo. “Ellos necesitan el apoyo de todos para poder levantar el club, señaló Esquivel. Cada ayuda, cada mano, cuenta. Este es un proyecto que nos pertenece a todos los que amamos Las Flores.”

El compromiso de FERNALEXIS con la comunidad iglesiana ha sido constante y, en esta oportunidad, volvió a reflejar su voluntad de acompañar iniciativas locales que promueven el desarrollo social y el fortalecimiento de los lazos entre vecinos. Desde la empresa remarcaron que “apoyar el crecimiento de los proyectos comunitarios es también apostar por el futuro de nuestro departamento. Cuando la gente se une con un propósito común, los resultados se ven y se sienten”.

Hoy, el Club Hípico de Las Flores vive una nueva etapa. Entre jornadas de trabajo, sueños compartidos y una enorme voluntad colectiva, comienza a recuperarse un espacio que trasciende lo deportivo: representa la memoria, el esfuerzo y la identidad de un pueblo que se niega a dejar morir sus tradiciones. Con el acompañamiento de FERNALEXIS y el compromiso de toda la comunidad, Las Flores vuelve a tener esperanza, y el trote de los caballos pronto volverá a escucharse en el corazón del paraje.