El Gobierno obtuvo dictamen para la reforma laboral, pero el debate en el Senado se postergó hasta febrero

El Gobierno nacional logró dictamen de comisión para el proyecto de reforma laboral impulsado por el oficialismo, aunque no consiguió avanzar con el tratamiento exprés que pretendía. Finalmente, la iniciativa será debatida en el recinto del Senado el próximo 10 de febrero, tras un acuerdo político que permitió descomprimir la fuerte tensión registrada en las últimas horas en la Cámara alta.

La definición se alcanzó durante un plenario de las comisiones de Trabajo y de Presupuesto y Hacienda, en un contexto marcado por negociaciones intensas entre el oficialismo libertario y los bloques dialoguistas. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, confirmó públicamente el avance del dictamen, aunque admitió que la discusión parlamentaria se trasladará al inicio del próximo período legislativo.

De este modo, el oficialismo aceptó tomarse enero y los primeros días de febrero para introducir ajustes al texto y buscar mayores consensos, luego de un escenario de máxima tensión que estuvo cerca de derivar en un quiebre político. Legisladores involucrados en las conversaciones señalaron que la intervención de Bullrich fue clave para evitar una ruptura definitiva y sostener el esquema de acuerdos alcanzado días atrás.

En paralelo, el Senado avanzará con otras iniciativas prioritarias para el Ejecutivo. El Presupuesto 2026 y la ley de inocencia fiscal continuarán su trámite legislativo y se prevé que sean sancionados antes del cierre del período de sesiones extraordinarias.

El clima político en la Cámara alta se vio fuertemente impactado por lo ocurrido en Diputados, donde la aprobación del Presupuesto 2026 se dio sin uno de los capítulos centrales impulsados por el Gobierno. A esto se sumó el malestar generado por el reparto de los cargos en la Auditoría General de la Nación, que incluyó un entendimiento entre el oficialismo, sectores del kirchnerismo y el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, un acuerdo que despertó fuertes cuestionamientos dentro del Congreso.

Ese escenario tensó al máximo la relación entre el oficialismo y los sectores dialoguistas del Senado, al punto de que las negociaciones estuvieron cerca de romperse. Sin embargo, tras una serie de reuniones reservadas, se optó por avanzar con el dictamen de la reforma laboral, postergar su tratamiento en el recinto y recomponer el canal de diálogo político.

La reforma laboral es una de las piezas centrales de la agenda del Gobierno, que busca introducir cambios estructurales en el régimen de trabajo. No obstante, el debate promete ser complejo y con fuertes resistencias, tanto en el plano político como sindical, de cara a su discusión definitiva en febrero.