Glencore la potencia minera que marcará el rumbo del nuevo San Juan

Con tecnología de vanguardia, inversiones sostenidas y una visión de futuro, Glencore se consolida como el motor que impulsará el desarrollo del cobre en la provincia. El proyecto El Pachón no es solo minería, es empleo, innovación y una oportunidad histórica para el crecimiento sanjuanino.

En un mundo que avanza hacia energías más limpias y tecnologías sostenibles, el cobre se vuelve oro. Y en ese escenario global, San Juan se posiciona como un actor clave gracias a la presencia de Glencore, una de las empresas más importantes del planeta en la producción y comercialización de materias primas.

Con sede en Suiza y operaciones en más de 35 países, Glencore ha elegido a San Juan para desplegar una de sus apuestas más ambiciosas, el Proyecto El Pachón. Ubicado en Calingasta, a más de 4.000 metros de altura, este yacimiento de cobre y molibdeno se perfila como una verdadera joya minera para San Juan y para Argentina.

La visión es clara, generar desarrollo genuino. El Pachón prevé una inversión superior a los 5.600 millones de dólares, la creación de miles de empleos directos e indirectos y una producción estimada de 400.000 toneladas anuales de cobre fino durante los primeros cinco años. Pero detrás de los números hay una convicción más profunda, transformar el potencial geológico de San Juan en progreso real y duradero para su gente.

Glencore no viene solo con capitales. Trae también experiencia, compromiso y tecnología de punta. Ya se han incorporado sistemas de inteligencia artificial en los vehículos del proyecto para mejorar la seguridad y eficiencia operativa, marcando un antes y un después en la minería argentina. A cada paso, la empresa ratifica su propósito de hacer minería con estándares internacionales, sustentabilidad ambiental y respeto por las comunidades.

Pero quizás lo más potente de Glencore sea su forma de mirar el territorio. No como un recurso a explotar, sino como un socio con quien construir el futuro. Por eso, su presencia en San Juan no es pasajera, es una alianza estratégica. Una mano tendida al desarrollo provincial, que acompañará el crecimiento económico, la formación de profesionales locales, la innovación y la inserción de Argentina en el mercado global de metales críticos.

En un contexto donde el mundo busca proveedores confiables de minerales esenciales, San Juan tiene la oportunidad de ser faro. Y Glencore, con su respaldo global y su compromiso local, es el socio ideal para que ese destino se cumpla.

Porque cuando la tierra habla con voz de cobre, y una empresa escucha con visión y responsabilidad, nace algo más que un proyecto minero, nace un nuevo capítulo en la historia de una provincia.

Y ese capítulo, escrito entre montañas, máquinas y sueños, llevará el nombre de San Juan, sí. Pero también llevará la firma de quienes creyeron antes que nadie. La firma de Glencore.