La final del fútbol iglesiano pone en juego la gloria y una copa histórica

San Lorenzo del Barrio América y San Martín del Barrio Escondido definirán este domingo al campeón del Clausura 2025 en un duelo que marcará un hito para el fútbol del departamento Iglesia.

El fútbol del departamento Iglesia vivirá este domingo una jornada especial con la disputa de la final del Campeonato Clausura 2025 de la Liga Iglesiana de Fútbol. Desde las 17:30, en la cancha del Barrio América, San Lorenzo del Barrio América y San Martín del Barrio Escondido se enfrentarán en un partido que definirá al campeón de la temporada.

Ambos equipos llegan a esta instancia decisiva tras un recorrido sólido a lo largo del certamen y con antecedentes de encuentros intensos, lo que anticipa un duelo cargado de expectativa. Sin embargo, la final no solo coronará a un nuevo campeón, sino que quedará marcada como un momento histórico para el fútbol local.

Por primera vez estará en juego la Copa Challenger “Fundación de Iglesia”, una iniciativa impulsada por la Liga Iglesiana con el objetivo de jerarquizar la competencia y premiar la constancia deportiva. Tanto el campeón como el subcampeón recibirán su respectivo trofeo, ambos de gran tamaño y diseño destacado.

Las copas fueron diseñadas por Gastón Varela, iglesiano radicado en la ciudad de San Juan, quien tuvo a su cargo la creación de trofeos acordes a la importancia del certamen. La copa destinada al subcampeón mide un metro de altura, mientras que la del campeón alcanza el metro y medio. En cuanto a su peso, ambas oscilan entre los 15 y 18 kilos, reflejando su carácter simbólico y representativo.

La modalidad Challenger establece que el club que logre ganar la copa en tres ediciones consecutivas podrá conservarla de manera definitiva. Según explicaron desde la Liga Iglesiana, esta propuesta busca fomentar la competitividad y construir una identidad histórica en torno al trofeo.

De este modo, la final del Clausura 2025 no solo pondrá en juego un título, sino también el orgullo barrial y el honor de convertirse en el primer equipo en levantar una copa que promete convertirse en un símbolo del fútbol iglesiano.