Tierras raras: el nuevo interés global y el rol potencial de Argentina en un mercado estratégico

China domina el procesamiento mundial de estos minerales críticos para la industria tecnológica y de defensa. Argentina cuenta con recursos identificados y potenciales, pero enfrenta desafíos estructurales y regulatorios.

30 de mayo de 2025

En un escenario internacional marcado por tensiones comerciales y nuevas alianzas geopolíticas, las tierras raras —grupo de 17 elementos fundamentales para el desarrollo tecnológico y militar— emergen como un recurso estratégico global. Aunque su presencia fue descubierta hace más de un siglo, su relevancia creció a la par del avance en sectores como la energía renovable, los dispositivos electrónicos, la defensa y la medicina de alta complejidad.

Estos elementos —incluyendo el itrio, escandio y los 15 lantánidos— poseen propiedades únicas: son conductivos, magnéticos, fosforescentes y tolerantes a temperaturas extremas. Su extracción y procesamiento, sin embargo, conllevan una alta complejidad técnica y un importante impacto ambiental, lo que explica su limitada producción fuera de Asia.

El dominio chino y su impacto global

Actualmente, China controla el 99% del procesamiento global de tierras raras. El yacimiento de Bayan Obo, en Mongolia Interior, representa un tercio de la extracción mundial. Esta hegemonía no solo se debe a la disponibilidad de recursos, sino a la decisión del país de asumir los elevados costos ambientales de la cadena productiva completa, incluyendo la fabricación de imanes, principal destino de estos elementos.

Frente a este panorama, potencias como Estados Unidos y la Unión Europea buscan diversificar su abastecimiento. A modo de ejemplo, en abril de 2025, China impuso restricciones a la exportación de siete tierras raras pesadas clave para la industria militar, en respuesta a nuevos aranceles estadounidenses. Esto generó un repunte en la búsqueda de fuentes alternativas, entre ellas, América Latina.

Argentina: un potencial geológico aún en desarrollo

Argentina cuenta con 190.395 toneladas de recursos identificados de tierras raras, y un potencial estimado de 3,3 millones de toneladas, según el informe técnico N° 48 de la serie "Contribuciones Técnicas" del Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR), elaborado por Eduardo Zappettini y equipo.

Los depósitos se distribuyen en varias regiones del país:

• Salta y Jujuy: se identificaron mineralizaciones primarias de ETRs (Elementos de Tierras Raras) asociadas a carbonatitas y cuerpos alcalinos en la región de la Puna, con muestras de bastnasita, monacita y otros minerales portadores. Estas zonas presentan un ambiente geológico similar a grandes productores globales, como Mountain Pass (EE.UU.) o Mount Weld (Australia).

• San Luis: se relevaron concentraciones de ETRs en las sierras centrales, particularmente en la zona de La Carolina y Cerro Áspero, con potencial en rocas ígneas alcalinas y pegmatitas, además de antiguos registros mineros. También se encontraron manifestaciones en el sector norte de las sierras de San Luis, en unidades graníticas con presencia de monacita.

• Santiago del Estero (sur): existen ocurrencias en el entorno del complejo alcalino de Pozo del Campo, con muestras preliminares que requieren estudios detallados. Se trata de un sistema geológicamente favorable para tierras raras pesadas.

• San Juan: en el distrito de Valle Fértil, las pegmatitas contienen minerales con ETRs, incluyendo roca monacita. La mina Teodesia, ubicada en esta zona, fue la única explotación argentina de tierras raras, entre 1954 y 1956, con un registro de 1.010 kg extraídos.

• Córdoba: se detectaron concentraciones de aluviones con minerales de tierras raras en la región de Río Calamuchita, aunque aún sin evaluación sistemática.

• Buenos Aires: en la localidad de Barker, partido de Benito Juárez, se relevaron arcillas portadoras de ETRs en formaciones sedimentarias terciarias. Sin embargo, debido a la falta de datos confiables, estos depósitos aún no fueron incluidos en las estimaciones oficiales.

• Plataforma Continental Argentina: se identificaron costras de ferro-manganeso con elementos de tierras raras en estudios oceanográficos, una fuente no convencional que podría evaluarse en el mediano plazo si avanza la exploración offshore.

Oportunidad estratégica, pero con desafíos

El Código de Minería argentino clasifica a los elementos de tierras raras como "metales de segunda categoría", lo que implica una menor prioridad regulatoria y estímulos limitados. Además, el mercado global sigue siendo pequeño y opaco: en 2024 se estimó en US$ 12.000 millones, con proyecciones de US$ 20.000 millones hacia 2029 y US$ 40.000 millones para 2040, lejos del volumen que representan minerales como el litio o el cobre.

El presidente Javier Milei abordó el tema recientemente en una entrevista, reconociendo el interés internacional en estos recursos y su posible rol en la futura matriz productiva argentina.

No obstante, expertos del sector advierten que el desarrollo de proyectos de tierras raras requerirá inversión sostenida, tecnología, asociaciones estratégicas y un marco regulatorio acorde, además de garantizar un manejo ambiental responsable.

Argentina cuenta con un potencial geológico significativo en tierras raras, aunque su desarrollo se encuentra en una etapa incipiente. De avanzar, podría complementar la oferta global en un mercado en plena transformación. Pero su éxito dependerá de una visión de largo plazo, políticas activas y una planificación que evite desviar recursos de sectores más consolidados como el litio o el cobre, donde el país ya tiene ventajas competitivas y proyectos en etapa avanzada.