Asume el triunvirato normalizador del Club Falucho
- Diario Libre
- 22 abr
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La institución arrastra serios problemas administrativos y sociales. No presenta balances desde 2022, y su presidente, Cristian Caballero, quien era el presidente del club, habia terminado de su mandato en Diciembre de 2024 y una comunidad, ausente.

El Club Falucho atraviesa uno de los momentos más críticos de su historia reciente. Desde el 15 de abril, un triunvirato normalizador quedó al frente de la institución, tras la aceptación formal por parte del área jurídica de la nota de pedido presentada ante la inacción de la dirigencia saliente. La decisión se da en un contexto marcado por la falta de balances, el estancamiento de proyectos fundamentales y una preocupante desconexión entre el club y la comunidad.
Cristian Caballero, presidente hasta diciembre de 2024, reconoció públicamente , incluso mediante este mismo medio, que no podía continuar al frente de la institución. Sin embargo, creyendo que su mandato culminaba en Agosto de 2025, se entera que la finalizacion de este fue en diciembre de 2024, segun lo establecido en el statuto. Según declaró, la comisión directiva había quedado reducida a solo dos personas, y no existía voluntad de participación por parte de vecinos o socios. “No hay interés de la comunidad por acercarse y colaborar con el club”, afirmó en su momento, visiblemente frustrado.
Ante este panorama, Jurídica resolvió autorizar la conformación de un triunvirato, integrado por Verónica Muñoz, Jessica Coticnola y Darío Videla, quienes tendrán un plazo de 90 días para intentar ordenar la situación. Su tarea principal será la confección y presentación de balances, que no se rinden desde el año 2022, la convocatoria a una asamblea general y la regularización documental de la institución.
“La situación es muy grave. El club está paralizado institucionalmente porque no tiene los papeles al día, y socialmente también está muy debilitado. Nuestra intención es ayudar a que Falucho se ponga de pie, retomar el camino y poder concretar esa obra tan anhelada que lleva mucho tiempo detenida”, expresaron desde el nuevo equipo a cargo.
El Club Falucho no solo enfrenta problemas administrativos, su deterioro social es evidente. Actividades suspendidas, escasa participación y un ambiente general de desánimo completan un cuadro que pone en riesgo la existencia misma de la entidad como motor deportivo y cultural de la comunidad Angualastina. El triunvirato, ahora, no solo carga con la responsabilidad de normalizar el presente, sino también con el desafío de recuperar la confianza y el sentido de pertenencia de una comunidad que, por diversas razones, se fue alejando.
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