El Congreso sancionó solo 11 leyes en 2025, el nivel más bajo de la última década

El período ordinario cerró con una producción legislativa mínima, marcada por la debilidad del oficialismo, el predominio de la oposición y una relación de alta confrontación entre el Poder Ejecutivo y el Parlamento.

El período ordinario de sesiones del Congreso de la Nación finalizó con apenas 11 leyes sancionadas a lo largo de 2025, lo que representó el menor nivel de producción legislativa de los últimos diez años. El balance reflejó un escenario político dominado por la oposición y una limitada capacidad del oficialismo para construir acuerdos parlamentarios.

De acuerdo con un informe de Directorio Legislativo, el bajo número de normas aprobadas estuvo asociado a la fragmentación de las negociaciones, la debilidad del bloque de La Libertad Avanza en ambas cámaras y una creciente tensión institucional entre el Gobierno nacional y el Congreso. Durante el año se realizaron 22 sesiones, de las cuales la mitad fueron especiales, lo que evidenció dificultades para sostener una agenda legislativa regular.

En ese contexto, la dinámica parlamentaria se caracterizó por el uso intensivo de herramientas procedimentales. Uno de los rasgos distintivos fue el incremento de los emplazamientos a comisión, que alcanzaron un total de 20, cuando en años anteriores no superaban los tres. Esta herramienta fue utilizada mayoritariamente por la oposición para forzar el tratamiento de proyectos que el oficialismo buscaba postergar.

El Congreso actuó principalmente como un ámbito de control y resistencia frente al Poder Ejecutivo. Todas las iniciativas convertidas en ley fueron impulsadas por bloques opositores, mientras que ningún proyecto promovido por el oficialismo logró sanción definitiva. Además, el Parlamento condicionó al Gobierno mediante el rechazo de decretos y la insistencia sobre vetos presidenciales.

Del total de leyes aprobadas, tres correspondieron a acuerdos internacionales enviados al Congreso durante gestiones anteriores, y las ocho restantes fueron iniciativas de la oposición. Entre las normas sancionadas se incluyeron la declaración de emergencia en Bahía Blanca, dos aumentos jubilatorios, la Emergencia en Discapacidad, modificaciones a los Aportes del Tesoro de la Nación destinados a las provincias, el financiamiento de las universidades nacionales, la Emergencia en Salud Pediátrica y la denominada Ley Nicolás.

Este esquema expuso la imposibilidad del Gobierno de avanzar con su propia agenda legislativa. La falta de mayorías en ambas cámaras llevó al oficialismo a priorizar el bloqueo de proyectos adversos por sobre la construcción de consensos para iniciativas propias.

La respuesta del Poder Ejecutivo se manifestó en el uso reiterado del veto presidencial. Siete de las 11 leyes sancionadas fueron vetadas, y en tres de esos casos el Congreso logró insistir y revertir la decisión, profundizando la confrontación institucional y reforzando el rol del Parlamento como contrapeso del Ejecutivo.

La escasa cantidad de leyes aprobadas consolidó a 2025 como el año de menor producción legislativa de la última década, incluso en comparación con períodos atravesados por crisis políticas o sanitarias.