top of page

Iglesia, la tierra del oro, con la tarifa de luz más cara y una comunidad olvidada

  • Foto del escritor: Diario Libre
    Diario Libre
  • 9 sept
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 16 sept

En este rincón olvidado de San Juan, la sombra del oro se alarga más que el amanecer. La electricidad, simple derecho básico, se ha transformado en un lujo insoportable. Aquí se paga una de las tarifas de luz más elevadas, quizás del país, mientras reina un silencio oficial insoportable frente a la urgente necesidad de justicia energética.


9 de septiembre de 2025

ree

Miles de megavatios solares se alzan en nuestro territorio sin que los iglesianos vean una sola gota de ese progreso. Se habla mucho, se vende relato, pero lo concreto no llega. No hay convenios firmados, ningún parque solar está pensado para que nuestra gente se conecte a precios razonables. En cambio, empresas que explotan nuestros recursos viven sin rendir cuentas. ¿Dónde están los aportes que permitan rebajar nuestra factura o al menos compartir las ganancias?


Contra todo pronóstico, el departamento sí cuenta con infraestructura solar instalada, aunque el beneficio jamás aterrizó en los hogares.


Primero, está la Planta Solar Guañizuil 1 – Estancia Guañizuil, inaugurada en mayo de 2019. Con una capacidad instalada de 80 MW, abastece a unos 55 000 hogares gracias a una inversión de alrededor de USD 103 millones. Tiene una vida útil proyectada de 30 años y fue uno de los proyectos seleccionados en la ronda RenovAr.


Poco después, se inauguró Guañizuil 2A, en octubre de 2021, un megaproyecto que superó con creces a su predecesor. Con capacidad de 117 MW y suficiente energía para abastecer a más de 80 000 hogares, se convirtió en uno de los parques solares más grandes de Argentina. Estas dos plantas funcionan a escala nacional, vendiendo electricidad al sistema mayorista. Pero en el departamento de Iglesia, donde están emplazadas, los vecinos ni siquiera gozan de un descuento simbólico por vivir “en la fábrica”. Ni tarifas especiales, ni programas de acceso directo ni incentivo local alguno. La revolución solar ignora a su propia gente.


Sí existe una pequeña luz, pero para potabilizar agua, no para aliviar la pobreza eléctrica. En 2023, gracias a un proyecto conjunto entre la mina Veladero, la Municipalidad, uniones vecinales y el Ministerio de Minería, se instalaron tres sistemas solares en plantas de agua potable. En Rodeo hay dos, uno de 17 HP (60 paneles) que genera 18,6 kW y otro de 12 HP (32 paneles) de 9,9 kW. Y en Bella Vista, otro equipo semejante abastece la planta sur del departamento. Es una gota mínima de luz en el mar de necesidades. Estos sistemas son funcionamiento técnico útil, hacen girar electrobombas, envían agua a los tanques, filtran y cloran. Pero los hogares siguen siendo peones en la guerra del tarifazo.

ree

¿De quién es la culpa? ¿Del olvido o del cinismo?, Iglesia aporta sol y tierras. Iglesia paga más. Y mientras tanto, se impulsan proyectos privados, se firman contratos multimillonarios y… el iglesiano ni se ve mencionado en los comunicados. Esa desidia duele y es la cara cruel de una política extractiva.


El intendente, alguna vez, habló del empleo que generarían estas obras. Un espejismo, meses de trabajo, un alivio para hoy, hambre para mañana. El desempleo sigue golpeando hogares, y el consumo eléctrico devora presupuestos familiares. ¿Qué responsabilidad pesa sobre la Municipalidad? ¿Qué sobre la Provincia? ¿No merecen 6.000 votos un gesto de justicia? Iglesia, con su historia de empobrecimiento y olvido, reclama al menos un mínimo reconocimiento.


En un territorio donde el sol brilla para todos, los iglesianos siguen condenados a pagar caro por la oscuridad eléctrica. Dos plantas de energía solar brillan en nuestras tierras, alimentando una red nacional que ni siquiera nos mira. Tres equipos sostienen la vida del agua, pero la suya, la nuestra, sigue apagada.


Es hora de que el Estado municipal y provincial, deje de mirar hacia otro lado. Que exija a YPF Luz, a Scatec–Equinor, a Jinko y a todas las empresas que explotan nuestra tierra, que generen convenios, subsidios, conexiones sociales. Que nos permitan instalar termotanques, calefones, paneles solares en los hogares. Que NO nos cobren tarifas usurarias mientras lucen en los balances su oro energético.


Iglesia no necesita más discursos sobre energías renovables. Necesita que la energía llegue y alivie nuestras vidas. Que se rompa el monopolio de la luz cara. Que la revolución solar, que genera riqueza, también ilumine nuestros techos. Que no quede solo en los folletos y actos protocolares. El derecho a un futuro menos caro no es un lujo, es Justicia.


Es hora de que el Intendente se ponga la camiseta de Iglesia de una vez y por todas, por qué es intendente por el Voto de la gente. Que los concejales se pongan las pilas y cumplan con su deber o renuncien, por qué inoperantes sobran, y si están ahí se supone que es para trabajar por y para el pueblo y no por un sueldo. Ya es hora, que los Iglesianos dejen de ser tan mansos y reclamen por sus derechos justos y que no tengan miedo por el echo de reclamar y pensar, "si reclamo capaz no me dan algo de la municipalidad". Eso es miedo instaurado por la Casta que gobierna Iglesia desde 1997. Activamos o nos condenamos?

Comentarios


© Copyright 2024/ · Diario Libre · Todos los derechos reservados. Santo Domingo S/N Rodeo, Iglesia, San Juan.

Teléfono (+54) 2644183235                            email: diariolibreiglesia@gmail.com

bottom of page