Amenaza de bomba en la escuela Boero: tres adolescentes involucrados y operativos que costaron millones

Una broma de mal gusto entre compañeros terminó con un detenido, otro joven liberado y un tercero que es intensamente buscado. Cada procedimiento demandó una inversión cercana a los 4 millones de pesos.

31 de julio de 2025

Una amenaza de bomba generó caos este miércoles en la Escuela Técnica EPET N°1 Ingeniero Rogelio Boero, en Capital, San Juan. Dos llamados telefónicos en menos de dos horas activaron operativos de emergencia y derivaron en una investigación judicial que dejó al descubierto una broma de mal gusto entre adolescentes, con consecuencias judiciales y económicas significativas.

El primer llamado ocurrió pasado el mediodía, lo que provocó la inmediata evacuación del establecimiento y la intervención de Bomberos, brigadistas y personal de la UFI Genérica, encabezada por la fiscal Daniela Pringles. Luego del operativo, se determinó que la llamada se había realizado desde el interior del colegio, y que el número telefónico utilizado ya había sido identificado.

Mientras se avanzaba con las diligencias para detener al titular del celular desde el cual se realizó la amenaza, una segunda llamada alertó nuevamente sobre la presencia de una bomba. Esto generó un nuevo despliegue de las fuerzas de seguridad y volvió a alterar la actividad escolar.

En paralelo, un joven de 18 años, identificado como J.P.F., se presentó en la Comisaría Tercera y explicó que la llamada fue hecha desde su celular, aunque aclaró que no fue él quien realizó la amenaza, sino unos compañeros que le estaban haciendo una broma. A pesar de ello, por orden judicial, quedó detenido.

Minutos más tarde, otro adolescente se entregó voluntariamente en Tribunales junto a su abogado. El joven admitió haber dicho la frase "hay una bomba en la Boero", pero aseguró que no fue él quien llamó al 911.

A raíz de estas declaraciones, la fiscal determinó que J.P.F. había sido víctima de una broma pesada y ordenó su liberación. El segundo joven, en cambio, fue aprehendido. Las autoridades también informaron que buscan a un tercer adolescente involucrado.

En cuanto al segundo llamado, la investigación determinó que el autor fue un menor de 15 años, también estudiante de la Boero. Este quedó a disposición del Primer Juzgado de Menores.

Ambos operativos implicaron un costo aproximado de 4 millones de pesos cada uno, y desde la Justicia insisten en que los responsables deberán responder por los daños causados.