Robo a familia en el Hípico de Rodeo: la inseguridad avanza en esta zona abandonada. Quienes son los responsables?

Una familia trabajadora fue víctima de un robo en plena noche. La falta de iluminación y el abandono de los terrenos aledaños generan preocupación entre los vecinos.

El sábado por la noche, entre las 23:00 y la medianoche, Jorge Gutiérrez y Marcela Marinero, una pareja trabajadora que vive en el Hípico de Rodeo, sufrieron el robo de la rueda trasera de su moto Mirage 110. Ambos se dedican a la venta de semitas caseras y a trabajos de pintura para ganarse la vida, por lo que el robo les ha generado una gran angustia.

"Nos cuesta mucho las cosas para que en cinco minutos nos roben. Una rueda cuesta dinero y nos ha costado mucho esfuerzo", dijo Marcela entre lágrimas, visiblemente afectada por la situación.

Este incidente es solo uno de los varios robos que han afectado a los vecinos del Hípico en las últimas semanas. La calle del club y los terrenos aledaños llevan años en estado de abandono, en parte debido a problemas judiciales que han impedido su desarrollo y mantenimiento. Esta situación ha generado un clima de inseguridad en la zona, donde la oscuridad y la presencia de maleza densa han convertido al lugar en "tierra de nadie".

La poca iluminación que hay en el área proviene de la propia casa de Gutiérrez y Marinero, lo que no ha sido suficiente para disuadir a los delincuentes. A pesar de que la policía realiza patrullajes nocturnos, los vecinos aseguran que la presencia policial es insuficiente, y que los robos siguen ocurriendo.

"Es muy preocupante ver cómo la zona se ha convertido en un foco de inseguridad. Ya no nos sentimos seguros ni en nuestra propia casa", manifestó uno de los vecinos, quien también denunció que ha sido víctima de robos recientes.

El deterioro de los terrenos y la falta de iluminación adecuada han convertido esta zona del Hípico de Rodeo en un lugar propicio para la delincuencia. Los vecinos piden mayor intervención de las autoridades, tanto para mejorar la seguridad como para regularizar la situación de los terrenos abandonados, que hoy son refugio para personas sospechosas y escenario de continuos delitos.