Carta de un lector: El despojo del Talento Local, una exigencia de inclusion para los microemprendedores iglesianos
- Diario Libre

- 25 mar
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El lector Martín Pinto de Villa Iglesia, expresa: El departamento Iglesia, es sinónimo de riqueza cultural, esfuerzo comunitario y una profunda conexión con su tierra. Sin embargo, bajo esta apariencia de prosperidad se esconde una realidad profundamente injusta. Los microemprendedores locales están siendo sistemáticamente excluidos de los beneficios que deberían derivarse de los eventos organizados en el departamento, financiados con recursos públicos que, paradójicamente, no parecen estar destinados a su desarrollo.

Uno de los ejemplos más preocupantes de esta problemática se encuentra en eventos que deberían ser una celebración de la identidad iglesiana, pero que año tras año ignoran a los productores y emprendedores locales. La mayoría de las contrataciones, desde servicios hasta espectáculos, recaen en proveedores externos, privando a la comunidad local de oportunidades económicas que son esenciales para su crecimiento y sostenibilidad. Sin embargo, esta exclusión no se limita a un solo evento: se ha convertido en una práctica generalizada que afecta a múltiples áreas del municipio.
Un análisis más amplio revela que las áreas municipales de Cultura y Turismo también perpetúan esta tendencia excluyente. En lugar de diseñar políticas inclusivas que beneficien a todos los sectores de la comunidad iglesiana, estas áreas concentran sus esfuerzos y recursos en eventos que, aunque importantes para la promoción del turismo, no representan a la mayoría de los emprendedores locales ni generan beneficios amplios para la comunidad.
Estos eventos, además, suelen ser organizados siguiendo criterios que priorizan los intereses de proveedores externos, dejando fuera a los microemprendedores iglesianos que tienen la capacidad y el talento para contribuir a su realización. Los recursos públicos, que deberían ser un instrumento para el desarrollo integral del departamento, parecen ser manejados con discrecionalidad, beneficiando a un sector reducido y excluyendo al resto.
A esta situación se suma la falta de acción del conjunto de concejales del departamento de Iglesia, quienes han permitido que estas prácticas se mantengan sin regulación ni control. La falta de políticas que prioricen la contratación de medios locales, proveedores regionales y emprendedores iglesianos es un claro reflejo del desinterés de los representantes del pueblo por fortalecer la economía del departamento.
Esta problemática no se limita solo a un sector. Se extiende a múltiples áreas, incluyendo gastronomía, servicios técnicos, logística y producción artística. Mientras tanto, emprendedores y profesionales iglesianos con capacidad demostrada para desempeñar estas tareas siguen siendo ignorados, en beneficio de contrataciones externas que no generan un impacto positivo en la comunidad.
El manejo de los recursos públicos y las decisiones de contratación por parte de las áreas de Cultura y Turismo no solo afectan a los emprendedores locales en términos económicos, sino también en su motivación y sentido de pertenencia. Las consecuencias de esta exclusión son devastadoras:
1. Fuga de recursos económicos: Los ingresos generados por eventos financiados con dinero público no se quedan en el departamento, debilitando la economía local.
2. Desvalorización del talento iglesiano: La falta de oportunidades envía un mensaje de desinterés hacia los emprendedores locales, lo que desmotiva y limita su crecimiento.
3. Concentración de beneficios: Los recursos públicos se concentran en actividades específicas, dejando fuera a una gran mayoría de actores económicos locales.
4. Ausencia de diversidad cultural y económica: Al priorizar eventos que no reflejan la totalidad de la identidad iglesiana, se pierden oportunidades para destacar otras áreas de talento y tradición local.
¿Falta de Capacidades o Falta de Voluntad?
Los responsables de estas decisiones suelen justificar la exclusión de los microemprendedores iglesianos argumentando que no tienen la capacidad para cumplir con los estándares requeridos. Sin embargo, esta afirmación no se sostiene: Iglesia cuenta con una amplia gama de proveedores que han demostrado su talento y dedicación en numerosas ocasiones.
Si existen áreas en las que los emprendedores locales necesitan fortalecerse, el municipio tiene la obligación de actuar como un aliado, ofreciendo capacitaciones, acceso a financiamiento y apoyo técnico. La solución no es excluir, sino invertir en el crecimiento de la comunidad.
Un Pedido Claro y Justo
Los microemprendedores iglesianos no piden favores ni privilegios; exigen justicia, reconocimiento y la oportunidad de contribuir al desarrollo de su comunidad. Por ello, solicitamos:
1. Cláusulas de prioridad local: Que se establezca, como norma, la contratación prioritaria de emprendedores locales en todos los eventos financiados con recursos públicos.
2. Redistribución de recursos: Que los fondos destinados a Cultura y Turismo se asignen de manera equitativa, asegurando que todas las áreas de la comunidad se beneficien.
3. Capacitación y acompañamiento: Que el municipio implemente programas para fortalecer las capacidades de los emprendedores locales, garantizando su inclusión en futuros eventos.
4. Diversificación de eventos: Que las actividades organizadas por el municipio representen la diversidad cultural y económica de Iglesia, no solo los intereses de un sector reducido.
Es hora de que las autoridades municipales actúen con responsabilidad y visión a largo plazo. Apoyar a los microemprendedores no es solo una cuestión de justicia, sino una inversión en el futuro de Iglesia. Que las decisiones municipales reflejen el orgullo y la confianza que la comunidad tiene en su propio talento, asegurando que los beneficios del desarrollo lleguen a todos, no solo a unos pocos.
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Muy buena la nota.